martes, 15 de diciembre de 2015

EL POLÉMICO 11 DE LA UCL

UEFA.com ha seleccionado al mejor equipo de la fase de grupos, que cuenta con un portero que solo ha encajado un tanto, un centrocampista que ha marcado cinco goles y el máximo goleador de la historia del torneo.
UEFA.com ha dado a conocer su once ideal de la fase de grupos de la Liga de Campeones, y llama poderosamente la atención que no hay ningún jugador del Barcelona, actual defensor del titulo.
De hecho, sólo hay dos jugadores que militan en la Liga española, el atlético Godín y el madridista Cristiano Ronaldo. El resto está muy repartido, aunque hay dos equipos representados por partida doble: el PSG con su portero Trapp y el defensa Thiago Silva y el Bayern con Alaba y Müller.
La defensa la completa Barzagli (Juventus), aunque la gran sorpresa es la presencia del belga Sven Kums, del Gante, en la medular junto a William (Chelsea) y Sterling (Manchester City).
El equipo lo completa el brasileño Hulk (Zenit), que integra una delantera de lujo junto a Cristiano y Müller.

lunes, 14 de diciembre de 2015

DIECISEISAVOS DE LA UEFA EUROPA LEAGUE


LOS BOMBAZOS

El sorteo de octavos de final de la Liga de Campeones deparó dos enfrentamientos de impacto. El Juve-Bayern y el PSG-Chelsea dejará en la cuneta a dos de las potencias de la competición.
Juventus-Bayern: El finalista de la última edición frente a uno de los semifinalistas. Se reencontrará Arturo Vidal con sus excompañeros, al igual que del otro lado Mario Mandzukic, en un duelo que promete ser apasionante. La máquina creada por Guaridola frente al campeón italiano que por fin ha despertado de su letargo. Dos de los mejores porteros, Buffon y Neuer, cara a cara. Muchos alicientes y un buen puñado de figuras para una de las mejores eliminatorias de estos octavos de final.
PSG-Chelsea: Con el recuerdo de la apasionante eliminatoria de la última edición que se resolvió en la prórroga con el gol de Thiago Silva, PSG y Chelsea se miden por tercera vez consecutiva en Liga de Campeones. Hace dos años fue el Chelsea quien se llevó la eliminatoria. Reencuentros como el de David Luiz con su exequipo o el de Di María con José Mourinho añadirán morbo a un choque que promete emociones fuertes.
Dinamo Kiev-Manchester City: El equipo de Pellegrini, casi por primera vez, ha tenido relativamente suerte con el sorteo. El Dinamo del mítico Rebrov pasará por el Etihad con el objetivo de dar la sorpresa. Yarmolenko lidera un equipo que, a priori, no debería causar excesivos problemas a un City que ya ha recuperado a Silva para la causa y que espera hacer lo propio con Agüero.
Benfica-Zenit: Vuelve Axel Witsel a Da Luz en el mejor momento del Zenit en esta competición. Su primera fase casi impecable le otorga un ligero papel de favorito ante un Benfica que promete guerra. Los Gaitán, Jonas y compañía deberán jugarse su futuro en el frío San Petersburgo y corroborar la buena imagen mostrada durante la fase de grupos.
Gante-Wolfsburgo: Sin lugar a dudas, el duelo más flojo de estos octavos de final. El conjunto alemán parte como claro favorito ante un Gante que no tiene nada que perder. Los belgas, con Depoitre como figura destacada, pretenden prolongar su sueño europeo ante un Wolfsburgo que parece haber cogido el tono en la Bundesliga.

OCTAVOS DE FINAL DE LA UCL


Villlareal - Real Madrid (13-12-15)

Pues sí, sí estaba tan mal el Madrid. Los de Benítez se empeñaron en dar argumentos a los que decían antes del partido de El Madrigal que la reacción se tenía que coger con pinzas, que los buenos resultados habían llegado ante equipos menores. El técnico lo negaba, diagnosticaba una clara mejoría de los suyos y reivindicaba el trabajo realizado. Y la previa era perfecta, claro, con el Barcelona pinchando y de vuelo hacia Japón. La resaca será dura, de las de varios días y cabezas renegando.
El enfermo tenía mejor cara, sí. Pero en Villarreal volvió a mostrar todos los síntomas que le hicieron caer en la cama con depresión. Todos. La apatía, la falta de ideas, de acierto, de ganas... Se queda a cinco puntos de Barcelona y de Atlético y eso no es lo peor. El Bernabéu estaba incubando una bronca que amenazaba con explotar y que se puede producir ante el Rayo, ya que el miércoles, finalmente, el Madrid no juega.
La victoria del Villarreal fue el triunfo de la sencillez. Las cosas fáciles son las que mejor resultado dan. El equipo de Marcelino fue una cadena de montaje perfecta. Desde la salida de balón hasta los metros finales. Salió de toriles dispuesto a cornear y lo hizo pronto. En estampida, Dos Santos chutó al palo en el minuto 4 y en el 9' Soldado se dejó de avisos. Bruno presionó a un Modric de espaldas a su portería que recibió encimado, le robó la bola y Bakambu cedió para el 9 amarillo, que definió de primeras, por el hueco al que miran los delanteros y que más duele a los porteros, entre las piernas de Keylor.
Entonces cambió el guión local. De la estampida al control. Se cerró como una caja húngara y el Madrid fue incapaz de descifrar la combinación para abrirla. Si el Villarreal hizo de la sencillez (que no simpleza) su bandera, los blancos se enredaron, con algunos jugadores haciendo cosas que no saben o no deben. No pasa nada por no controlar los pases de 40 metros en diagonal al pie de un compañero. Lo que no se puede es insistir en el error. Y en el Madrid había varios futbolistas que erraron e insistieron. Y es de primero de Benjamines. "Haz lo que sabes hacer".
En la primera parte el Villarreal pudo sentenciar y el Madrid lo que pudo es dar gracias de irse sólo 1-0 a la caseta. Bakambu era una rápida corchea y Pepe y Ramos dos lentas redondas que tardaban cuatro tiempos en ver los movimientos del congoleño. Modric buscaba alianzas pero nadie quería entrar en su coalición de fútbol. Así le fue al equipo en esos 45 minutos.
Tras el descanso salió mejor el Madrid, sí. Y perdonó Benzema en tres ocasiones. Pero el asedio no fue como el de Stalingrado y el Villarreal huyó del frío y de los ataques blancos. Incluso se permitió el lujo de crear ocasiones para el 2-0 con una facilidad de toques impresionante. Si a los de blanco se les salía la cadena en cada combinación, los de amarillo cosían jugadas con puntadas perfectas.
¿Ganó Benítez la guerra del centro del campo? Bueno, vale. Esta vez no le pasó como en el Clásico, donde jugó en minoría por su alineación, pero de nada le sirvió ganar en una parcela del campo mientras el resto del tablero estaba en manos rivales. De nuevo partido importante y derrota. De nuevo las explicaciones vagas, de nuevo los brazos en jarra y la sensación de inferioridad e impotencia de no ser capaces de recortar diferencias ni aprovechar regalos ajenos. De nuevo una lesión importante, la de Marcelo. De nuevo Benítez en la picota. De nuevo todo lo viejo. 15 puntos perdidos de 45 disputados.
El Villarreal, que jugó el jueves, dos días después del Madrid, fuera de casa y en un partido trascendente, se queda quinto a tres puntos de los blancos, que jugaron el martes, en casa y ante un rival de otra categoría. Sin resuello pero con oficio. Hizo un plan de domingo de sofá, peli y manta mientras el rival pensaba en castillos en el aire y cuentas de la lechera. Lo sencillo, lo fácil, volvió a ser lo mejor.